Me he dado cuenta de que estos dolores pueden surgir cada vez que utilizamos técnicas que “mueven energías”, como la meditación, el reiki o el yoga. Menciono estas tres porque son las que yo conozco por experiencia propia, pero seguro que hay muchas más, sobre todo porque ciertos humanos siguen inventándose infinitos nombres distintos para lo que con toda probabilidad es el mismo fenómeno. Lo seguirán haciendo mientras haya personas que crean que esos humanos han inventado algo nuevo, y mientras esas personas estén dispuestas a pagarles lo que sea por “sanarse milagrosamente” de la enfermedad que les aqueja. Así es la naturaleza humana, y yo no puedo hacer nada para cambiarla. Pero bueno, a lo que iba...
Aunque llevo ya años recordando vidas pasadas, aún me sorprendo cuando vuelvo a notar esos dolores. He mencionado recientemente que estaba sufriendo fuertes dolores en los hombros y en la cabeza. El dolor de cabeza pareció mejorar de repente, pero luego vino un domingo y estuve todo el día con un dolor bastante intenso, que luego remitió poco a poco, sin ningún tipo de medicamento. He llegado a la conclusión de que no son migrañas, sino simples dolores tensionales, producidos por la ansiedad y, a veces, por la falta de descanso. El yoga me ayuda mucho a relajarme y a liberar tensiones, y ya hace varios días que el dolor de cabeza ha desaparecido por completo.
Cuento todo esto para dejar claro que lo que pasó a continuación no tiene nada que ver con esos dolores que estaba experimentando. Ni siquiera eran dolores musculares, porque por diversas circunstancias llevaba tres días en reposo total, sin hacer mis ejercicios habituales de fitness que suelo intercalar con las sesiones de yoga. Entonces, la noche del 31 de marzo, decidí meditar. Estoy viendo la segunda temporada de la serie de televisión Outlander, y creo que escuchar el idioma francés me trae recuerdos de mi vida en Francia como contrarrevolucionario. Al sentirme un poco conectada con esa vida, quise probar e investigar un poco más. Quería saber si había llegado a ser algún tipo de líder en el pueblo. Siempre me gusta buscar mi nivel de responsabilidad en los hechos, saber hasta dónde estuve implicado.
Nada más ponerme a meditar, noté una sensación en el corazón que identifiqué con miedo. No llegaba a ser ansiedad, sino más bien como un mal presagio acompañado de una gran tristeza. Me pregunté a mí misma: “¿De qué tienes miedo?” Y la respuesta que me vino fue: “Tengo miedo de perderlo todo, de que hayamos llegado demasiado lejos, de que nos maten a todos...” Me costaba decir “que nos maten”, como si no quisiera creer que eso era posible. Era como si estuviera hablando con alguien de mis temores. Es una pena que no llegase a ver escenas completas de aquella vida. Fueron más bien flashes y pensamientos inconexos, mezclados con recuerdos antiguos. Pero, como suele ocurrir en ocasiones como esta, los flashes parecían contener mucha información, a pesar de su brevedad.
Estamos los dos solos sentados en uno de los bancos. Yo me miro mis manos, fuertes y encallecidas de tanto trabajar con madera. He llegado aquí gracias a mi trabajo. Le estoy comentando al cura justamente lo que sentí al principio de la regresión: tengo miedo de lo que pueda llegar a pasar. Los ánimos se han caldeado mucho, se han cometido tropelías por ambas partes. Sé que estamos en nuestro derecho y no nos queda más que protestar y defender lo que es nuestro, lo poco que tenemos, pero temo que esto se desmadre aún más. Temo por mi hijo y por su futuro. Amo el pueblecito, es humilde, es pequeño, pero es como si fuéramos una gran familia, no queremos perder este pequeño rincón de paz en el que hemos crecido. Es como si nos hubiéramos atrincherado y no quisiéramos que ningún extraño eche a perder todo lo que hemos conseguido. Solo que ese extraño es nuestro propio gobierno... Creo que en un pequeño rincón de mi corazón tengo la esperanza de que no pueden hacernos demasiado daño, que deben escuchar nuestras reivindicaciones. Sin duda, no me esperaba el baño de sangre que vendría a continuación.
El primero fue un dolor muy extraño que jamás había sentido antes. Estaba localizado en el lado izquierdo del tórax, hacia la mitad de la espalda. Era un dolor punzante, solo un punto, y notaba como algo de escozor. Venía acompañado de otro punto doloroso, pero este estaba localizado un poco más arriba y más en la parte de delante. Me pregunté si podría haber sido la trayectoria de la primera bala. Recordaba vagamente que en otras regresiones había descrito que primero me habían herido en el hombro (o eso pensé), pero no pude comprobarlo hasta más tarde.
El segundo dolor era en la parte derecha del corazón, pero no en el mismo corazón, sino muy cerca. En este caso pensé que podría haber sido el segundo disparo, solo que este no llegó a atravesar mi cuerpo por completo y no sentía ningún otro “orificio”.
Justo después, sentí un tercer dolor muy localizado, un punto en el lado izquierdo del cráneo, en la parte central (podía imaginarme hasta cómo se vería el hueso, si alguna vez se recuperaran mis restos). Los dolores de cabeza que he estado sintiendo últimamente siempre son en el lado derecho, así que me extrañó. Sabía que con el segundo tiro ya estaba en el suelo y fue entonces cuando alguien vino a rematarme, pero no tenía más detalles.
Los dolores se fueron sin más y no volví a sentir nada extraño en todo el día.
Busqué en mi diario de vidas pasadas y esto es lo que encontré:
Pero mi muerte no es instantánea. Noto un dolor bastante fuerte en el húmero izquierdo, fractura por disparo. Luego a la misma altura, en el tórax, muy cerca del corazón, pero no muero inmediatamente. He tenido la impresión de que caigo al suelo y alguien viene a comprobar que estamos muertos. Al ver que aún estoy vivo, me remata, no sé cómo exactamente, pero diría que me dispara en la cabeza.
(Regresión 25-4-2013).
Me veo en la plaza, tirado en el suelo boca arriba. Noto dolor en el húmero izquierdo, sé que el disparo lo ha roto. Y hay otro dolor en la parte izquierda del pecho, un poco a la izquierda del corazón. Creo que la bala atravesó el pulmón pero no llegó al corazón. En cierto momento llego a notar un poco de dolor interno, como si fuera la trayectoria, creo que no llegó a salir. Pero claro, la herida es mortal de todas formas y no me puedo mover. Antes de morir veo a un soldado que llega y al ver que estoy vivo me apunta y me dispara en la cabeza. Lo último que veo es su cara, luego cierro los ojos y todo se acaba.
(Regresión 27-1-2015).
En todo caso, hablar de estas cosas siempre da escalofríos.
Finalmente, solo señalar que según los registros históricos, las revueltas en la región de la Vendée tuvieron lugar en marzo de 1793. Según la Wikipedia, el acontecimiento que dio inicio a la guerra de la Vendeé fue la masacre de 150 a 200 campesinos en Machecoul. Este pueblo está solo a unos 40 kilómetros al norte de de Saint-Gilles-Croix-de-Vie, posiblemente la localidad donde yo nací y viví. En el mapa he marcado la situación aproximada de Saint-Gilles, que queda dentro de la principal zona de insurrección.
The revolt began in earnest in March 1793, as a rejection of the mass conscription. In February, the Convention had voted to approve a levy of three hundred thousand men, to be chosen by lot among the unmarried men in each commune. Thus, the arrival of recruiters reminded locals of the methods of the monarchy, aroused resistance nearly everywhere in the countryside, and set in motion the first serious signs of sedition. For the most part, much of this resistance was quelled quickly, but in the lower Loire, in the Mauges and in the Vendean bocage, the situation was more serious and more protracted. Youths from communes surrounding Cholet, a large textile town on the boundary between the two regions, invaded the town and killed the commander of the National Guard, a "patriotic" (pro-revolutionary) manufacturer. Within a week, violence had spread to the Breton marshlands; peasants overran the town of Machecoul on 11 March, and several hundred "patriots" were massacred.
https://en.wikipedia.org/wiki/War_in_the_Vend%C3%A9e
El 11 de marzo, los campesinos en las villas entre Nantes y Angers atacan a soldados republicanos, haciéndose con sus armas e incluso con un cañón, instigados por Jacques Carthelineau, un cartero. En otros pueblos cercanos, los encolerizados vecinos se agruparán en torno a similares cabecillas locales, que tras eliminar o desbandar a los milicianos del gobierno, atacan a sus representantes: alcaldes, funcionarios, maestros, jueces, etc.
El mismo día, en Machecoul, los Vendeanos linchan a 40 hombres hasta la muerte en las calles, y después otros 400 republicanos son arrestados. En la represalia subsiguiente se les ata unos a otros por el cuello, obligándoles a cavar la fosa ante la que serán fusilados.
El 12 de marzo, los campesinos antirrepublicanos se levantan en Saint-Florent y en Tiffauges, y al día siguiente en Saint-Fulgent, Beaupréau, Montaigu y Mortagne. El 13 de marzo, se levantan en Jallais, Chemillé, Challans, St-Gilles-sur-Vie y La Roche-sur-Yon.
http://remilitari.com/cronolog/napoleon/vendee.htm
Si estoy en el camino correcto (y no tengo razones para dudarlo) Saint-Gilles-sur-Vie fue uno de los primeros lugares en los que la revuelta fue reprimida (y sus habitantes masacrados). Así que, tal vez, recordar todo esto justo ahora sea debido a un nuevo aniversario, aparte del trigger que haya podido suponer ver Outlander.