Sé que es difícil de creer, pero no era mi intención recordar tanto a James estos días. Quería mantenerlo presente en mi mente como inspiración para mis nuevos proyectos, pero para nada me esperaba que hubiese aún cosas importantes por desvelar. Mientras escribía mi última entrada, un nuevo usuario del foro sugirió organizar una meditación conjunta. Nos reunimos seis personas y la hicimos. El movimiento de energía fue espectacular, como suele ocurrir en estas sesiones. Y supongo que eso, unido al yoga que practico casi a diario, hizo que empezaran a surgir de nuevo emociones y recuerdos relacionados con mi vida como James. Menos aún me esperaba que una gran verificación me revolviera todo por dentro. Nunca te acostumbras a este tipo de verificaciones. Aunque lleves años recordando, te vuelven a sacudir, no sea que vuelvas a caer en la ilusión de que la muerte es real y todo se acaba con ella…
Supongo que una buena forma de homenajear a James es estar aquí hablando de él en el aniversario de su muerte (escribo estas líneas el 22 de febrero). Actualmente tengo un año menos de los que tenía él cuando murió. Si hoy muriese, pensaría que es ciertamente una muerte a destiempo, ya que estoy en la plenitud de la vida, me siento aún joven y fuerte, y en mi cabeza tengo muchos planes para el futuro.
Sé que es difícil de creer, pero no era mi intención recordar tanto a James estos días. Quería mantenerlo presente en mi mente como inspiración para mis nuevos proyectos, pero para nada me esperaba que hubiese aún cosas importantes por desvelar. Mientras escribía mi última entrada, un nuevo usuario del foro sugirió organizar una meditación conjunta. Nos reunimos seis personas y la hicimos. El movimiento de energía fue espectacular, como suele ocurrir en estas sesiones. Y supongo que eso, unido al yoga que practico casi a diario, hizo que empezaran a surgir de nuevo emociones y recuerdos relacionados con mi vida como James. Menos aún me esperaba que una gran verificación me revolviera todo por dentro. Nunca te acostumbras a este tipo de verificaciones. Aunque lleves años recordando, te vuelven a sacudir, no sea que vuelvas a caer en la ilusión de que la muerte es real y todo se acaba con ella…
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Este año es un año importante para mí porque se acerca el aniversario de mi muerte como James. Es decir, voy a cumplir un año menos de los que tenía cuando James murió en el transcurso de una batalla naval (él habría cumplido 45 si no hubiese muerto en febrero de 1744). Por experiencia sé que este tipo de aniversarios son importantes en las vidas de los reencarnacionistas. Cuando tenía 20-21 años, pasé por una fuerte depresión que en gran parte era reflejo de mis emociones como Katrina en la Segunda Guerra Mundial, en la última etapa de su vida. Sospecho también que mis primeros recuerdos de mi vida cátara aparecieron en la Navidad de 2017 porque mi muerte en Termes tuvo lugar poco después de los cuarenta. Y noviembre es una época oscura para mí porque siempre me recuerda a mis últimos días en Noruega cuando tuve que separarme de mi marinero.
Esta vez es distinto porque la sensación es positiva. No estoy llorando por James ni lamentando una muerte traumática. Me fui bruscamente pero orgulloso de lo que había hecho (no tanto de lo que no había hecho), orgulloso de haber llegado tan lejos. Me fui relativamente joven y aún con posibilidades de desarrollar mi carrera en la Marina Británica, pero disfruté de mi vida tanto como pude. Aunque me encontré con alguna que otra decepción y mis sueños no se cumplieron en su totalidad, creo que lo importante es que luché todo lo posible por hacerlos realidad, y en algunas ocasiones ese esfuerzo tuvo su recompensa. Por algo es la vida que más echo de menos en la actualidad. Daría lo que fuera por capitanear de nuevo un barco de guerra y llevarlo de un lado a otro del Atlántico sin más ayuda que mis conocimientos de navegación, el viento soplando en las velas, y el duro trabajo y la dedicación de mis hombres. Supe de este estudio hace ya unos meses, en noviembre de 2018. He de decir que me hizo mucha ilusión conocer su publicación, ya que me parece importante que se siga prestando atención a la reencarnación en la comunidad científica, aunque sospecho que la División de Estudios Perceptuales del Departamento de Psiquiatría y Ciencias Neurocomportamentales, de la Universidad de Virginia, recibe cada vez menos financiación y por ello tienen que recurrir a donaciones, tal y como se puede ver en su página web.
Sin embargo, al leer el artículo sentí un poco de decepción. Yo me esperaba que los 469 niños que mencionan fueran nuevos casos, que hubiesen hecho al menos una encuesta en niños occidentales con disforia de género, y hubieran estudiado si esto tenía alguna relación con sus recuerdos de vidas pasadas. Pero en realidad esos 469 niños procedían de la ingente base de datos recopilada por el doctor Ian Stevenson en sus días y el estudio es únicamente un análisis estadístico de esos datos. No digo que no sea importante y que no tenga validez, pero digo yo que debería ser hora de empezar a hacer cosas por nosotros mismos en lugar de seguir apoyándonos en el trabajo de una persona que murió hace más de una década. Como siempre, siento que apenas avanzamos. Pero vayamos al estudio en sí. Si algún lector quiere acceder al artículo entero de manera gratuita y no sabe cómo hacerlo, que contacte conmigo y me deje un correo electrónico. Yo le diré cómo hacerlo. Otra opción es entrar a Foro Reencarnación y localizar el hilo donde ya hablé por primera vez de este artículo. Por suerte lo tengo en la parte pública para que todo el mundo pueda acceder a él. |
AutoraMi nombre virtual es Eowyn. Llevo desde 2011 investigando y experimentando la reencarnación. Este blog es solo una mínima parte del resultado. ¡Sígueme en Telegram!
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