Con mi vida pasada de la Guerra de la Vendée las cosas se desarrollaron de forma un poco distinta. No hubo tanta confusión, y eso me sorprendía. Aún no he logrado verificarla del todo —es decir, no he logrado verificar la existencia real, con nombre y apellidos, de mi personalidad previa— pero desde el principio pude describir los hechos históricos que había vivido con una exactitud pasmosa. Como tenía más experiencia, esperé a investigar en profundidad, para evitar posibles interferencias. Un día (era junio de 2013) alguien sacó el tema de la Revolución Francesa en el foro de Military Past Lives, y le respondió una usuaria francesa que conocía bastante bien la historia de su país. No quise ni leer la explicación que le había dado a la otra persona con detenimiento (había puesto un fragmento oculto y no siquiera lo abrí), pero aproveché para preguntarle a esta usuaria si había habido alguna lucha revolucionaria entre el pueblo y los gobernantes en la costa norte francesa, al final del siglo XVIII. Al principio me dijo que no. Entonces le dije que ni siquiera estaba segura de que fuera la costa norte, pero era una costa seguro, posiblemente la Atlántica. Fue entonces cuando apuntó a la región de la Vendée, nombre que no había oído en mi vida y que me esforcé en olvidar durante los meses siguientes. Le describí lo que había visto en mis recuerdos: por alguna razón había habido muchas revueltas entre la gente común, y vi al ejército francés, de rojo y azul, llegando a nuestro pueblo. Desde luego, la lucha iba a ser bastante desigual: los soldados tenían rifles con bayonetas y cañones; nosotros piedras, palas, cuchillos, azadas, rastrillos, y alguna que otra escopeta. Me respondió: “Trabaja en ello, porque lo que estás diciendo suena prácticamente como un resumen de esa guerra”.
Y trabajé. Cuatro meses más tarde, aún sin querer investigar mucho, escribí un mensaje privado a esta persona y le pedí que me respondiera solo con un sí o un no a la pregunta: “¿Hubo al final fusilamientos masivos de gente normal que participó en la revuelta, incluyendo mujeres y niños?” Su respuesta fue rotunda: “Sí, masivos es la palabra”.