Prometí que iba a hablar de uno de mis recuerdos de mi vida cátara que también resultó impresionante, porque supuso una de esas verificaciones instantáneas que de vez en cuando ocurren. Para ello, volvamos primero al pueblecito medieval (sea Termes o Carcasona) que parece haber sido mi hogar a principios del siglo XIII.
Vi el pueblecito medieval, con una escalinata de piedra similar a la imagen de Termes que puse, pero algo más ancha, y con edificios a ambos lados, yo iba bajando. Vi una fuente circular, de unos tres metros de diámetro, posiblemente con caños en el centro. Al pensar cómo llevamos el agua, me vino con cubos de madera, uno a cada lado de una barra que ponemos sobre los hombros. Me vi también con una cesta yendo al mercado a comprar verduras. Las cestas las hacemos nosotros mismos. [En otro flash de una noche que ni siquiera he apuntado en mi diario, también me vi con una cesta bastante grande que llevaba colgada del hombro a modo de bandolera. Y por alguna razón, tengo una imagen de estar haciendo una de esas cestas, entrelazando las tiras de mimbre, cosa que nunca he hecho en esta vida, que yo recuerde].
Flash de un hombre montado a caballo que pasaba cerca, también por esa calle empinada. Tuve la sensación de que no era el mismo lugar de la otra vez, donde tengo la casa y nos reunimos toda la familia. Yo me vi más joven, quizá 20-25 años, ya he tenido hijos.
Flash de posible boda, aunque no me viene la palabra “boda” sino más bien que “nos desposamos”. Tampoco es una ceremonia pomposa, solo nos veo a mi marido y a mí, él a la izquierda, yo a la derecha, vistiendo nuestra ropa normal, en un lugar muy pequeñito y oscuro, con alguien que escucha nuestros votos, y ya está. No sé si es un cura propiamente dicho o no.
Y luego sí que me vi en una iglesia, también pequeñita, paredes de piedra de color marrón clarito, y ahí estoy con alguien frente a una especie de mesa donde se pondría a predicar. Yo estoy interesada en lo que cuenta y me gusta aprender de él.
(Regresión 4-1-2018).
Yo soy la mujer de la vida cátara, siempre visto con el mismo vestido que es una especie de hábito de color claro, pero de tela gruesa, con cordón a la cintura (ese cordón lo he visto muy claramente en otras regresiones, es de cuerda también blanca o marfil, y enrollada como con forma de trenza, pero solo dos cordones, no tres). Llevo algo en el brazo derecho, no sé si una cesta otra vez o algo más pesado, y estoy saliendo por la puerta de lo que parecen unas murallas, el camino está un poco en cuesta pero es ancho. Entonces cortando el camino veo a un caballero de pie que está sujetando a un caballo por la brida. El caballo está a la derecha, diría que es negro o al menos de color oscuro. El caballero lleva librea blanca con cruz roja (¿templario?). Me da un poco de aprensión verle allí parado, un poco como cuando veo soldados en la Segunda Guerra Mundial. Paso por su lado, con la cabeza baja, él es bastante más alto que yo, y cuando estoy pasando me dice: “No vuelvas más por aquí” (“Don’t come back here anymore”, siempre me viene en inglés). No lo está diciendo en tono de amenaza, sino más bien como si me estuviera dando un consejo. Intuyo que sabe qué soy. Yo le pregunto “¿Por qué?” Pero no quiere responder, así que me dice: “Solo haz caso de lo que te digo, mujer” (“Just pay heed to me, woman”).
Tuve la intuición de que estaba en Carcasona, pero no estoy segura.
Después vi algunas imágenes bastante coloridas del pueblo y los alrededores montañosos, todo precioso, típico pueblecito medieval como siempre, y me veo llegando a una casa, pero de nuevo no me parece la casa que tengo ya de casada, tengo la impresión de que en estos recuerdos soy bastante más joven, pero es difícil de precisar mi edad exacta. Me vienen flashes de un mercado medieval, adonde supongo que voy asiduamente. Veo sobre todo gallinas colgadas con plumas y todo de unas cuerdas, para vender, y claro, me doy cuenta de que eso lo rechazamos y en mi casa no comemos animales. Pero a la vez me siento rara porque sé que por ser diferentes nos persiguen. Me veo preguntando a alguien por qué nosotros no matamos animales. Es un hombre alto y delgado, creo que es mi tío, me dice que eso es derramamiento de sangre y por tanto no está bien. Hay un ambiente de miedo, porque lo que me dijo el caballero es por algo, claro, posiblemente ya ha habido algunas hogueras o algunos cátaros han tenido problemas. Así que le digo que estoy asustada, pero él me dice que jamás debo tener miedo por hacer lo que es correcto. Y mentalmente me traslado a los últimos momentos de esta vida, donde no estoy segura de que eso haya funcionado, lo de no tener miedo, me refiero… Ahí me vino otro flash en el que me veo con alguien más (quizá otra mujer) cerrando con fuerza una de estas grandes puertas dobles con un leño en medio para atrancarlas. Supongo que es cuando nos tenemos que encerrar en la fortaleza.
Después me vino de pronto la imagen de la cara de un hombre bastante desagradable. Cercano a los cincuenta años, más bien bajito, con tonsura y arrugas marcadas en la cara (verticales, al lado de la boca), hábito negro. Es un hombre que está “merodeando” por el pueblo, pienso que claramente es un inquisidor. Va preguntando por ahí a todo el mundo, y claro, la mayoría de nosotros lo negamos todo y disimulamos yendo a las misas católicas y todo eso, pero siempre existe el riesgo de que alguien decida hablar y acusar a otros de herejía. Esto provoca tensión, como es lógico, y no queremos que este hombre esté ahí. Me veo como detrás de un grupo de personas (no más de veinte) que están agrupadas escuchando o atendiendo a algo. Al fondo hay una pared (quizá de una casa), el inquisidor está a la derecha y hay otro hombre a la izquierda, parece que lo está poniendo como ejemplo o algo así, quizá ha confesado algo o quizá se ha arrepentido de ser cátaro, pero no llego a esclarecerlo. Después veo que estoy en el interior de una casa oscura, estoy sentada en un banco, pegado a la pared a la derecha de la casa, y al fondo (a mi derecha) hay una mesa en la que está este hombre trabajando. Tengo la impresión de que todos tenemos la obligación de pasar por ahí y responder a sus preguntas. (Me recordó un poco a cuando era pequeña y me tuve que confesar antes de hacer la comunión, no tenía ni idea de qué decir). Pero no vi nada más.
Traté de obtener más información de mis hijos y qué pasó con ellos, pero no me vino nada.
Sí he de decir que cuando estaba con el caballero, me vino el nombre de Trencavel, relacionado con la ciudad. Desde que lo leí en los libros es un nombre que me resuena mucho y me da buenas vibraciones, pero de momento no sé si tenía algún significado especial para mí. [De hecho, Raimundo Trencavel fue uno de los grandes protectores de los cátaros en Carcasona].
Ah, se me olvidó comentar una cosa. En cierto momento me pareció que el supuesto inquisidor llevaba una espada, aunque la utilizaba más bien como bastón y mientras hablaba la ponía en el suelo delante de él. Sé que la espada formó parte más tarde del escudo de la Inquisición, pero no tengo ni idea si los inquisidores la llevaban de hecho consigo como una especie de símbolo.
Pierre de Castelnau (en occitano Pèire de Castelnòu) fue un Sacerdote Cisterciense e inquisidor pontificio, asesinado cerca de Saint-Gilles, Languedoc, el 15 de enero de 1208.
En el año1203 se encontraba en la abadía cisterciense de Fontfroide cuando el papa Inocencio III lo designó, junto con Raul Ranier, su legado en Languedoc. Ambos serían dotados de plenos poderes para intentar, vanamente, parar la herejía cátara. Estos poderes iban incluso en detrimento de la jurisdicción de los obispos, hecho que los opuso a los de Toulouse, Béziers y Vivers, que serían suspendidos. Predicaron con Santo Domingo de Guzmán y con Diego, obispo de Osma. Pero especialmente Pierre hizo una violenta campaña política contra Ramón VI de Tolosa, al cual excomulgó en el año 1207.
Fue asesinado, por alguien cercano al conde Ramón VI de Tolosa, hecho que fue el detonante del comienzo de la Cruzada Albigense.
Declarado mártir por Inocencio IV, después beatificado, se venera el 15 de enero en las diócesis de Carcasona y Nimes.
https://es.wikipedia.org/wiki/Pierre_de_Castelnau
Y ahora, que venga alguien y me explique cómo puedo yo saber tanto de algo que ocurrió hace más de 800 años en un país que ni siquiera conozco.