A mí me pasó la noche del 19 de septiembre, con una canción llamada “Trial by fire”, de uno de mis grupos de rock favoritos de todos los tiempos, Journey. Fue uno de esos momentos que duran apenas unos segundos pero tienen un profundo significado, y si no vuelves a evocarlo en breve, ya lo has perdido. Lo pierdes igual que pierdes los sueños cuando te despiertas por la mañana y ya no recuerdas lo que estabas soñando, lo que estabas pensando, eso que te parecía que nacía de una inspiración que nunca alcanzas en estado de vigilia. Curiosamente un par de días antes había visto un documental (bastante decepcionante) sobre sueños lúcidos, y comentaban justo eso: un músico afirmaba que componía mucho mejor en sus sueños que en la vida real. El problema es que luego le costaba recordar la melodía que había creado. Pues con la hipnosis o la meditación es igual: la “inspiración” es breve. Y si logras transmitir algo de lo que viste o sentiste en ese momento, va a ser solo un reflejo difuso de lo que fue.
“Trial by fire” siempre ha sido una canción que me ha transmitido mucho, desde mucho antes de que recordara vidas pasadas. El ritmo tan inusual, el sentimiento que percibes en la temblorosa voz de Steve Perry (posiblemente el mejor cantante de la historia), esa especie de calma contenida que hay en la melodía… A mí siempre me hace imaginar a un hombre de rodillas, exhausto, que no ha dejado de luchar, pero que aún se ve frente a un nuevo juicio, o una nueva prueba, y por un instante pierde su energía y desea que todo acabe. Cuando realmente quieres seguir, pero te cuesta encontrar las fuerzas.
You don't have to win and there's no need to fight
Roderic ya no es solo el hombre fuerte que quería ser. Roderic es el niño asustado y vulnerable que no pudo socorrer a su madre en una situación de violencia absoluta. Roderic es el hombre que no pudo socorrer a su esposa porque los agresores le superaban en número. Roderic es el hombre que tuvo que presenciar, lleno de impotencia, cómo cortaban el cuello a su hijo delante de él y su madre. Roderic debió haber llorado, pero dejó que ese dolor se transformara en ira y en odio. Como dije hace poco en mi foro: “Roderic debe llorar ahora como mujer lo que no supo defender como hombre”. Mientras lo escribía cambié el verbo “pudo” por “supo”, porque tiendo a ser así de dura con mis propias vidas pasadas. Pero en realidad creo que es “pudo”. No le permitieron hacerlo. Lo malo es que aún me cuesta perdonárselo… perdonarme a mí misma. Pero poco a poco lo voy consiguiendo, sobre todo cuando recuerdo que tengo que abandonarme a la muerte… dejar de luchar.
Me encanta cuando la canción dice “Fallen down but not destroyed”. En efecto, a veces nos caemos, a veces acabamos mal y las emociones necesitan de más vidas para ser procesadas. Ahora, cuando pienso en Roderic, suele estar de rodillas, cabizbajo, con los cabellos cubriéndole el rostro, con las lágrimas acumulándose bajo sus párpados, nunca dispuesto a rendirse, pero deseando poder dejar de luchar. Como aquella vez en la que, estando Roderic encadenado, le obligaron a arrodillarse frente a su señor y este se paseó a unos centímetros, amenazando con hacer uso de su espada y matarle ahí mismo. En ese momento deseé que lo hubiera hecho. Pero esa muerte no era para vulgares delincuentes como yo. Fue una de las últimas humillaciones que tuve que sufrir, y ya sabía entonces que la horca era mi único destino posible. Pero ojalá me hubiese matado, así mi señor no habría sido muy distinto de un vulgar asesino como yo, a los ojos del pueblo. Y me hubiese ahorrado unas cuantas horas de sufrimiento extra.
Siento que vidas como la de Roderic, la de Susan, o la de Katrina, son verdaderas pruebas de fuego que nos ponemos a nosotros mismos para ver cómo reaccionamos. Puede que tengamos muchas vidas tranquilas, y eso está genial, el descanso y la diversión son también necesarios. Pero creo que cada cierto tiempo también necesitamos un desafío para poder saber quiénes somos en realidad, si nos estamos convirtiendo en la persona que realmente queremos ser o solo nos estamos engañando a nosotros mismos pensando que si nos viésemos en una situación límite actuaríamos mejor que nuestro vecino.
Lo bueno es que pase lo que pase, nunca te destruyen del todo. Y el perdón, el amor y la compasión son universales en el otro lado. No existen los errores. Solo existen los desafíos y tu fuerza para superarlos. Habrá más pruebas de fuego, estoy segura. Supongo que, igual que pasa en el deporte —en mi caso, el yoga— nos hacemos adictos a ellas. Nos hacemos adictos a la vida. Y siempre queremos superarnos a nosotros mismos… aunque muchas veces fracasemos en el intento.
Treasures in the jars of clay
Let the light shine out of darkness
Fallen down but not destroyed
It's just another trial by fire
In my song I'll send a prayer
Do you know me, do you hear me
Where the will to face this shame
It's just another trial by fire
Hello Mr. Moon
Can I have some time with you
Trouble keeps me runnin'...
You can see it comin'...
I know who shines down on you
Hello Mr. Moon
I've come back to talk to you
All my life I'm runnin'...
From the love that's comin'...
Saving grace please pull me through
In my doubt I can't believe
Like a wave tossed where the wind blows
Tears of faith temper my soul
Just another trial by fire
Just another trial by fire