Es tremendamente frustrante, no puedo evitarlo. Este es mi día a día, y tengo que contarlo. Porque después de la reciente muerte de Michael Newton, ya no nos queda nadie que esté trabajando en serio por traer más luz a este mundillo. Sí, su legado es valioso, pero dudo que todos los regresionistas que se han formado siguiendo su método lleven a cabo el mismo estudio riguroso para intentar esclarecer aún más cómo funciona el mundo espiritual. Ayer me estaba leyendo un capítulo de su cuarto libro, Memorias del alma, que en realidad está escrito por otros terapeutas, y la influencia de la Nueva Era en las creencias de la paciente eran más que evidentes. Al menos, la sesión de regreso al periodo entre vidas demostró que la paciente había malinterpretado algunos conceptos.
Por otra parte, ni siquiera investigadores como el Dr. Jim Tucker parecen aportar nada nuevo. Su último artículo va sobre James Leininger, como si este caso no fuera ya conocido por el público general. Y aunque veo bastante movimiento en el ámbito de las ECM’s, no veo que haya ningún avance en cuanto a la reencarnación desde el punto de vista científico. Todo el trabajo de Ian Stevenson está siendo olvidado poco a poco, y de todas formas sus conclusiones están algo obsoletas y no son aplicables al mundo de hoy, a pesar de que este hecho pase desapercibido a los llamados "investigadores Stevensonianos".
Día sí día no, me sigo encontrando con personas que piensan que saben mucho sobre reencarnación porque la han estudiado en fuentes espiritistas. Y después tenemos el panorama desolador en Reincarnation Forum, el foro más antiguo y supuestamente más serio que hay en el internet de habla inglesa, pero que está pésimamente moderado y parece dirigido a una audiencia infantil, porque está prohibido hablar de temas serios como el suicidio. Es una pena, porque le tengo mucho cariño a ese foro. Sin embargo seguir posteando ahí es una pérdida de tiempo. En él, además de la presencia constante de usuarios principiantes que no parecen pensar mucho por sí mismos, hay también personas religiosas que creen en la reencarnación pero aún no quieren desechar todas las creencias sin fundamento que les han contado. Por ello se empeñan en encajar unas enseñanzas con otras, mientras que por otro lado siguen predicando y tratando de convencer a los incautos qué es correcto según sus creencias, sin permitirles explorar antes otros caminos más modernos. Estos “incautos” son nada menos personas transexuales con pensamientos suicidas, muy cabreadas con lo que otras personas les han dicho desde su infancia sobre su condición, el papel de Dios en el asunto y lo que deben hacer al respecto, o sea, aceptarlo sin más. Personas que se preguntan cuestiones tan importantes como si él eligió nacer así, o si el alma tiene género, y casi la única respuesta que obtiene es de un cristiano que quiere creer en la reencarnación pero que apenas tiene recuerdos de vidas pasadas, y que le envía a un enlace en la Wikipedia sobre cristianismo y problemas de identidad de género. Así, como si esto fuera a solucionar algo. Como si no existieran ya muchas otras formas mucho más sensatas de abordar ese problema desde las teorías reencarnacionistas. Ver para creer. Y sí, lo reconozco, a veces se me agota la paciencia. No es la primera vez que me quejo de lo que sucede en ese foro. Menos mal que ya voy aprendiendo a mantener la calma.
En serio, tengo fuertes deseos de aislarme del mundo y dedicarme a escribir solo para mí. Mis opiniones, mis libros, mi experiencia personal, mi forma tan distinta de ver la reencarnación... no van a cambiar nada. La gente en general no quiere escuchar, no quiere comprobarlo por sí mismo. Lo sigo viendo una y otra vez: a la gente le encanta discutir la teoría sobre la reencarnación, pero casi nadie tiene práctica. Y si hay alguien con práctica, lo ignoran. En mi mente se están fraguando continuamente hipótesis que van mucho más allá de lo que veo en la mayoría de los sitios, pero como se me ocurra mencionar algo, o bien nadie dice una palabra, o bien lo toman como simples creencias, o bien me atacan personalmente porque algo que he dicho rompe sus esquemas (esto me ocurre sobre todo cuando la otra persona pertenece a alguna religión, y la ciencia a veces también entra dentro esta categoría). Así funcionan las cosas, va siendo hora de que lo acepte. Hasta mi propio guía espiritual me ha aconsejado que deje de luchar. Pero como una buena amiga me dijo, dejar de luchar no es la solución. Hay que seguir luchando pero de otra manera. Así que aquí estoy, intentando averiguar qué nuevo enfoque le puedo dar a todo esto, qué nuevas estrategias puedo utilizar. Por eso, poco a poco, crece mi determinación por hablar más profundamente de mi experiencia y cultivar este nuevo blog.
Entonces decidí tomarme un respiro y me puse a leer sobre otro tema que me interesa mucho, porque no, aunque lo parezca, la reencarnación no lo es todo en mi vida. De pronto me encontré con una expresión que me gustó mucho y que me dio la respuesta que estaba buscando. No en vano la autora, Lucía Martínez, dietista-nutricionista, tiene un estilo muy parecido al mío (y también se lleva continuos mamporros de parte de sus detractores). Escribió:
Y sonreí. “Hablando de sincronicidades...”, pensé, porque en las últimas semanas este tema ha estado presente en mi mente. Creo que esa expresión también se puede aplicar al mundo de la reencarnación. Está llegando a un extremo que no es normal... y no puedo detenerme ahora. Evidentemente, seguirá habiendo gente a quien no le gusten mis opiniones o mi forma de ver las cosas. Si es así, le recomiendo que se tranquilice, porque no me voy a callar. Eso jamás. El mundo de la reencarnación está lleno de mitos y estúpidas creencias que no tienen ningún fundamento. Somos muy pocos los que sabemos de verdad de lo que estamos hablando, en contra de una mayoría idiotizada por las religiones y las pseudo-religiones. Una mayoría que piensa que la reencarnación será siempre una cuestión de creencias y que es imposible ir más allá, que es imposible tener una visión científica y racional de la realidad. Yo opino todo lo contrario: estoy segura de que esa es la vía para traer sentido común a la reencarnación y quién sabe, si en el futuro, llegar a demostrarla. Ese futuro puede que esté aún demasiado lejos, pero mientras tanto, podemos hacer muchas cosas. Los que recordamos vidas pasadas y estamos hartos de que nos digan cómo funciona la reencarnación, no podemos permitir que tantos mitos y falsas verdades pululen por internet como si no pasara nada.
Mi misión es destruir mitos, acabar con tantos tabúes. Mi misión es alzar la voz hasta que ya no tenga nada que decir. Mi misión es ser radical. Igual que les pasa a los dietistas-nutricionistas que quieren cambiar el mundo, a los que la industria alimentaria española llama “talibanes de la alimentación”, yo voy a ser la “talibán de la reencarnación”. Pero, por supuesto, una talibán con las armas adecuadas: evidencias y buenos argumentos.
O tal vez no, quién sabe. Todo depende de mi estado de ánimo y primero tengo que vencer esta apatía que me produce la Navidad todos los años.
the questions run too deep
for such a simple man.
Won't you please, please tell me what we've learned
I know it sounds absurd
but please tell me who I am.
I said now watch what you say or they'll be calling you a radical,
a liberal, oh fanatical, criminal.
Won't you sign up your name, we'd like to feel you're
acceptable, respectable, oh presentable, a vegetable!
"The logical song".
Roger Hodgson (Supertramp).