Por desgracia no recuerdo mucho de Elisabeth, supongo que esto es porque su vida fue bastante corta. Era una niña rubia y pálida, preciosa. Solía llevar el pelo largo y suelto, a veces trenzado. Por encima del vestido le ponía una especie de delantal blanco. Y, como ya he dicho, se parecía mucho a Jan. Tenía una risa muy contagiosa. La oigo preguntar cuándo vendrá papá (yo siempre le respondo “Pronto”), o cuándo iremos al puerto para recibirle. Una vez bromeé con ella, preguntándole si le ayudaría a llevar el baúl hasta casa. Siento su mano en la mía, mientras caminamos por las calles del pueblo. La veo jugar en la playa con Jan. A veces hacíamos un fuego y pasábamos allí mucho tiempo. Adoraba esa playa, porque en ella vivimos muchos momentos felices, desde que nos conocimos Jan y yo. Sé que cuando aún era un bebé, Jan le dio algo a Eli que había hecho él mismo y que estaba relacionado con el mar, quizá una figura de corcho o de madera con forma de barco. El detalle me encantó pero tuve que quitárselo a la niña para que no lo chupara o lo mordiese.
El doctor (un señor con pelo gris y bigote) que ha venido a verla está muy serio y sospecho que la cosa es grave. Le pregunto: “Is she going to die?” No sé muy bien qué me contesta, pero no parece muy optimista, algo como “Pray God”. Le pregunto: “What can I do for her?”, y dice “Whatever a mother can do for her child”. Me quedo sola con ella, está en una cama cerca de la ventana para que le llegue un poco el sol, pero apenas está consciente y tose mucho.
(Regresión 11-2-2015).
La ausencia de Jan me rompía el corazón, claro está. No estuvo en su nacimiento y tampoco estuvo en su muerte. Pero en esta época yo ya lo había aceptado y no sentía tanto rencor. Había aprendido a sobrellevar su ausencia, y de algún modo sé que esto también molestaba a los habitantes del pueblo, que siempre creyeron que un marinero jamás sería un buen esposo ni un buen padre. Incluso en la visita del médico me volvieron a reprochar que Jan no estuviera con nosotras. Ni siquiera el párroco tuvo la decencia suficiente como para quedarse callado y no hurgar más en la llaga, aun cuando mis heridas eran tan recientes. Esto es lo que recuerdo del funeral de Elisabeth, el que se celebró en la ermita blanca:
Estoy sentada en algún lugar, llevo un vestido negro y tengo un ramo de flores blancas en mi regazo. Sé que es Cardiff, y me viene la imagen de un hombre moreno, joven, con bigotito, pero aún no sé quién es. Después pasé a la muerte de Eli. Sé que es su funeral y estoy fuera de la iglesia blanca, en un banco que está justo a la salida, al lado de la puerta. Dentro está su ataúd para que la gente le dé el último adiós, aunque no parece que haya mucha. [...]
Estoy sola porque Jan está navegando. [...]
Entonces veo que el joven moreno aparece por el camino que llega a la iglesia. Frente a mí como a unos veinte pasos hay una valla de piedra que cerca el recinto, y aparece, me ve, y se acerca a mí, que estoy sentada con el ramo de flores, con la intención de dejarlo en la tumba de Eli una vez enterrada. El joven es también el cura que no quiso casarnos, y sospechaba que en parte era porque él me quería para sí. Viene a darme sus condolencias, se sienta a mi izquierda, dice: “I’m so sorry. It hurts me to see you alone”. Y se atreve a añadir: “I know this is not the best of moments, but I just want to tell you I’m still single…”, insinuando que él cuidaría mejor de mí que Jan.
Por supuesto esto me cabrea mucho y remueve más el dolor que llevo dentro. Hubo un tiempo que guardaba mucho resentimiento hacia Jan, estar sola en determinados momentos fue duro. Pero ya no más. Aún así le quiero. Le contesto: “Go away. He’s the only man I’ve ever loved and I will always love him”.
(Regresión 11-2-2015).
Poco a poco le conté lo que había ocurrido con el párroco en el funeral de Eli y los problemas con la ubicación de su tumba.
Me vi con Jan frente a la tumba de Eli. Diría que está en el patio trasero de una iglesia, en un rincón. Me entra mucha rabia porque sé que no debería estar ahí, debería estar descansando con su abuelo, pero el cura solo permitió darle ese sitio porque Jan y yo no nos casamos, y ella no estaba bautizada. Me enfado mucho y le digo a Jan que qué pasará si no va al cielo, eso es lo que he oído. Y Jan tiene que abrazarme y tranquilizarme diciéndome que por supuesto que irá al cielo, porque Eli era un ángel. Yo pienso igual que él… Pero aún hay más. También he oído a la gente murmurar si tal vez no es todo un castigo de Dios contra mí, el habérsela llevado tan joven… y yo no pudo evitar las lágrimas al pensar: “¿Cómo pueden decir eso? ¡Era solo una niña! ¡Hice todo lo que pude por ella! ¡Y tú y yo nos queremos! ¿Qué hay de mal en esto?” Eso lo dicen por lo mismo que el cura, porque parece ser que nuestra relación nunca estuvo bien vista, vivimos en pecado y solo se dedican a decir esas tonterías. Jan me dice “Pay them no heed”, qué saben ellos… él nunca se ha ido ni nunca lo hará.
(Regresión 8-11-2012).
Sé que mi hija Elisabeth debió de morir alrededor de 1895-97 y fue enterrada en Cardiff. Jan y yo íbamos a visitarla con frecuencia. Recuerdo que su lápida, con forma ovalada, no de cruz, se podía ver tras unos barrotes de metal, cerca de la esquina de una iglesia.
Tiene que estar en algún registro.
La escarlatina.
“Es una enfermedad trasmitida por contagio, generalmente por vía respiratoria, que se presenta con mayor frecuencia en niños en edad escolar de 2 a 10 años de edad (incluso hasta 12), pero raramente en adultos.
A veces puede aparecer tras una faringitis estreptocócica y también puede aparecer tras otras enfermedades estreptocócicas como infección de una herida o sepsis puerperal”.
https://es.wikipedia.org/wiki/Escarlatina
“La erupción cutánea es el síntoma más evidente de la escarlatina. Al comienzo, suele tener el aspecto de una quemadura solar con pequeños puntos sobreelevados que pueden producir picazón. La erupción comienza primero en el cuello y la cara; por lo general, no afecta el área alrededor de la boca. Se extiende al pecho y la espalda y después se generaliza en el resto del cuerpo. En los pliegues de la piel, especialmente en las axilas y los codos, la erupción forma las clásicas manchas rojas. Las zonas de la piel que presentan la erupción se tornan blancas al presionarlas. Al sexto día de la infección, la erupción comienza su involución, pero la piel afectada puede comenzar a descamarse.
Además de la erupción, existen otros síntomas, como inflamación de los ganglios del cuello, dolor de garganta y fiebre superior a los 38 grados Centígrados, que ayudan a confirmar el diagnóstico. Las amígdalas y la parte posterior de la garganta pueden cubrirse de una capa blanca, o verse de color rojo e inflamadas, o mostrar puntos blanco-amarillentos de pus. Al comienzo de la infección, la lengua puede presentar una capa blanco-amarillenta. Un niño con escarlatina también suele tener escalofríos, dolores articulares en todo el cuerpo, náuseas, vómitos y pérdida de apetito”.
http://kidshealth.org/es/parents/scarlet-fever-esp.html
“Epidemias de escarlatina de variada intensidad afectaron a Europa y América en el siglo XVIII. Nils Rosen von Rosenstein, catedrático de la Universidad de Upsala, en 1744, refiriéndose a la primera epidemia registrada en Suecia, observa: "la escarlatina es a veces en algunas personas tan favorable y benigna que el paciente requiere sólo buenos cuidados generales; en otras es tan maligna que puede causarle la muerte en uno o dos días."
“Pierre Bretonneau, en cuyo trabajo publicado en 1826, distinguió claramente la escarlatina de la difteria, decía que en su actividad clínica en Tours, no recordaba un solo caso mortal, entre 1799 y 1822; en cambio la epidemia de escarlatina de 1824 fue tan grave que le indujo a considerar dicha enfermedad en la misma categoría de malignidad que le peste bubónica, el tifus exantemático o el cólera."
http://myslide.es/documents/historia-escarlatina.html
"It was a much-feared disease that caused devastating epidemics through the 19th and early 20th centuries, resulting in thousands of deaths."
https://102theavenue.wordpress.com/2015/02/14/scarlet-fever-makes-a-come-back/