Seis días después de la visita a la exposición seguía sin saber exactamente por qué me sentía así. Por una parte estaba Katrina. Soy perfectamente consciente de que pude haber acabado en un campo de concentración. Y si no, habría acabado como una de esas mujeres alemanas violadas por los soviéticos. Para los nazis no era más que una débil joven con conocimientos de enfermería a la que podían utilizar en el frente. Para los checos, me había convertido en una traidora. Si hubiera sobrevivido hasta el final de la guerra, lo más probable es que habría muerto tirada igualmente en una cuneta. Por otra parte…
Como sé que las emociones son una vía bastante directa a los recuerdos de vidas pasadas, decidí meditar esa noche. No estaba pensando para nada en Fritz, por eso me sorprendió el resultado. Y la regresión fue bastante confusa. Solo destacaron un par de cosas: una pistola que suele aparecer con bastante frecuencia en mis recuerdos como Fritz, y una palabra alemana.
Hoy me he puesto a meditar y lo único que me ha venido es mi abuelo de mi vida como Fritz. Siempre me olvido que esa es mi conexión nazi, pero me resulta tremendamente frustrante no poder verificar quién fue, cuál fue su papel en la guerra, lo que me contó a mí y en qué medida me afectaba. Me he visto también empuñando una Beretta. Escuchar a mi abuelo me producía ansiedad y una gran furia, fumaba en su piso mientras hablábamos, a veces también estaba mi madre que no entendía por qué me ponía así. Pero al final no he sacado nada nuevo, y las emociones siguen enquistadas, tanto estas como las que podrían provenir de mi vida cátara, que al fin y al cabo fue también un genocidio. Me vino una palabra en alemán, algo así como Rottenkreutz.
(Regresión 28-1-2018).
Tuve que hacer una recopilación de todos los datos que tenía sobre mi abuelo. Para no repetirme mucho he dejado solo lo más significativo.
Sé que estoy en casa de mis abuelos. Veo una televisión muy cerca (el saloncito es bastante pequeño), grande y con el armazón de madera, y en blanco y negro, claro. Mi abuelo está sentado en un sillón muy cerca, y veo claramente su cara. Es bastante feo, parece bastante serio. El pelo, castaño, le clarea por arriba, y sé que unos años después se queda calvo.
(1-6-2012).
Cuando Weiss dice que vayas a una escena de la infancia, yo pensé: “Vale, de la infancia, pero de una vida pasada”, y volví a ver la que identifico como la casa de mi abuelo. Yo soy pequeño, unos seis o siete años. La casa es muy humilde, habitaciones estrechas. Veo a mi abuelo sentado, con una manta por encima, puede incluso que en silla de ruedas.
(16-6-2012).
Al pensar en eso me vi de pronto en la casa de mi abuelo. Estaba frente a una estantería que cubre toda la pared, de madera no muy oscura ni muy clara. Es la misma sala de estar de siempre, muy pequeñita, solo que la veo como con más luz, y desde la perspectiva de un adulto. Hay una ventana a la izquierda, y estoy rebuscando algo, porque quiero saber más sobre mi abuelo. Ya murió, pero mi abuela aún vive, y viene y me pregunta qué busco, y yo le digo que me cuente más sobre él. Tengo un álbum de fotos en la mano. Mi abuelo siempre aparece vestido de gala, con una chaqueta que parece de príncipe, oscura, de corte militar, con muchas condecoraciones. Me vienen varios nombres a la cabeza: Otto, Maximilian… creo que era duque y tenía relación con alguna familia real europea, me viene el imperio austro-húngaro, o quizá Prusia, no sé… Pero tengo la impresión de que a causa de la guerra perdió gran parte de sus riquezas o su posición… quizá tuvo que exiliarse o algo así, y acabó en este pobre piso. No sé, son solo impresiones.
(22-6-2012).
Bueno, pues empecé a ver el piso donde viven mis abuelos, supuestamente en Colonia. Veo las estanterías de madera, donde sé que hay un álbum de fotos que por alguna razón es importante. Veo una tele en un mueble de altura media. Y también veo a mi abuelo, bastante deteriorado, puede que un sofá, o puede que en una silla de ruedas (me inclino por esto último), con una manta sobre sus rodillas, y prácticamente ausente. Tiene cuatro pelos, cara alargada y arrugada, creo que conserva su bigote… y me apena saber quién fue. Le pido a mi abuela que cuide de él. Al pensar cuál es su nombre, me viene Stanislao Von algo… conde. Creo que fue alguien importante en el mundo militar, durante la Primera Guerra Mundial, siempre le imagino con traje militar con muchos galones cuando era joven, como sale en las fotos. Me siento orgulloso de él pero al mismo tiempo hay algo que me desconcierta, que de momento no sé qué es…
(9-7-2012).
Vuelvo a ver a mi abuelo, postrado en una silla que podría ser de ruedas, con una manta de cuadros sobre sus rodillas, bastante deteriorado, y sin embargo me siento orgulloso de él, y creo que es porque es un veterano de guerra. Me veo en la salita de estar en su piso de Colonia, de niño, con seis o siete años, jugando con él, haciendo que mi mano es un avión, hasta que viene mi madre y me dice que deje de molestarle.
(17-2-2013).
Creo firmemente que luchó en el ejército nazi, aunque su condena no fue a muerte. Pasó mucho tiempo en la cárcel hasta que posiblemente le liberaron por enfermedad, o quizá acabó su condena, no sé. Voy a ver a mi padre para aclarar algunas cosas con él respecto a mi abuelo. Le oigo decir algo como: “Por culpa de hombres como él nos atacaron y por eso nuestro país ya no es lo que era”. Y yo, bastante enfadado, le digo que era una guerra, qué pensaba que iba a hacer, ¿acaso los enemigos mataron menos que nosotros? Vuelvo a recordar el álbum de fotos, creo que le llegaron a condecorar.
(27-7-2013).
Sé que es mi abuelo materno el que me inspira a salir del hoyo y empiezo a entrenarme para entrar en el Ejército.
(31-7-2013).
Como nombre de mi abuelo me viene Maximiliano, aunque también se me repite mucho Otto. Ya en el piso, mi abuelo, que es muy alto, me sienta con él en su sillón y me enseña el álbum de fotos en el que sale de joven, hoy he visto fotos de tanques y creo que él conducía uno. Se siente orgulloso de ello, tiene una cruz de Prusia como condecoración, pero cuando le pregunto que pasó en la guerra se pone triste y mi madre le hace callar, porque no quiere que me lo cuente. Yo soy un niño y por ese entonces no digo nada. Pero luego tengo la impresión de que cuando murió me molestaba mucho no haber sabido más de la historia (me vino muy fuerte el año 1963 como el de su muerte... yo tendría 16 años, que también me cuadra), y llego a culpar a mi madre de que no me cuente nada, de que jamás me contara nada, igual que cuando se divorció de mi padre y nunca supe por qué apenas le veía... excepto cuando íbamos a ese palacio.
Luego me vi con mi hermana, sentados en el suelo en una de esas noches en el palacio, fumando un cigarrillo como siempre y comentando con ella la rabia que me produce todo eso, ella no comprende que sienta tanta admiración por él. Un día presiono a mi madre para que me cuente que pasó después de la guerra. Me vienen las palabras “shame” e “imprisoned”. Y supongo que le soltarían por algún problema de salud o por la edad (o ambas cosas), aunque no tengo ni idea de qué pasaba en este tipo de situaciones. Creo que el piso es del Gobierno, como ayuda a los veteranos de guerra. Me veo recogiendo sus cosas después de muerto, aunque no me parece que sea inmediatamente después de su muerte, y cojo su cruz y la acaricio entre los dedos, sintiendo mucha rabia porque él luchó por su país y no solo no le fue reconocido su mérito sino que fue totalmente olvidado, y encima ahora estamos “invadidos” por británicos y americanos, y encima si no los ves como héroes es que eres una especie de traidor.
(4-2-2014).
Pero en realidad nada de eso explicaba el pozo sin fondo en el que me hallaba. Para calmar la ansiedad recurrí a los cigarrillos y más tarde a la heroína, rozando peligrosamente la autodestrucción, convirtiendo mi hogar en un antro oscuro con un mugriento espejo en el cuarto de baño que solo reflejaba un ser demacrado y hundido con la sangre chorreándole por el antebrazo. Yo no quería ser eso. Yo quería ser como mi abuelo. Y por él resolví hacerme militar, y por eso comencé a trabajar como ingeniero para el ejército americano, a pesar de que los sintiera como invasores de mi país. Eran tipos majos después de todo. No muy distintos a lo que debió haber sido mi abuelo en su juventud, cuando los alemanes aún teníamos un país nuestro, un país por el que sentirnos orgullosos.
Mientras escribía estas últimas tres entradas, recordé una de mis canciones favoritas de Marillion, llamada “The space”. En ese mismo álbum hay otra canción llamada “Berlin”, que describe muy bien el ambiente que se veía en la Alemania de la Guerra Fría. Pero “The space” resume mucho mejor todos los sentimientos que he tenido a raíz de la visita a la exposición de Auschwitz. Resume mi vida como Fritz, un joven metido en una vorágine de emociones que van desde la búsqueda ciega de justicia y el deseo de olvidar el dolor sufrido en otra época, refugiándose en los brazos de una mujer o en las drogas, casi cayendo en la autodestrucción sin saber muy bien por qué, hasta los versos finales donde uno llega a comprender que, más allá de las etiquetas, más allá de las diferencias ideológicas y los separatismos, en el fondo, todos somos iguales. Todos somos humanos.
On top of the world like a flag on a mountain
Feeling so high you can feel so alone
Unable to breathe at the height that you flew
Staring on clouds with no view of below
On top of a girl like a dream in a hotel
Falling towards something out of control
Unable to miss like the man in the tram
Crashing your car in Amsterdam
He did it without knowing, didn't feel a thing
He just wrecked it and kept going
The space around the stars
Is something that you know
A billion miles of darkness
Left you feeling low
The space around the stars
Is something that you know
Everything about you
So perfectly restrained
But everything inside you
Bites you
Everybody in the whole of the world
Feels the same inside
Everybody in the whole of the world
Everyone is only everyone else
Everybody's got to know
Everybody lives and loves and laughs and cries
And eats and sleeps and grows and dies
Everybody in the whole of the world
Is the same this time
Is the same inside
In the whole of the world
Actualización 10-3-2018.
Esa palabra es nazi. A nadie le importan ya sus motivaciones.”